Este bloque ha sido el más ``extraño´´ de todos, por definirlo de alguna manera. Ya a comienzos de curso nos explicaron en qué consistía pero sobretodo, de qué trataba la actividad que le correspondía.
Siendo sinceros, la primera impresión que tuve fue un poco impactante. Ya que yo me considero una persona bastante impaciente y quizás un poco negativa y en un primer momento me sentí con pocos recursos como para poder hacer una biblioteca de aula. Lo que parece que no me quería entrar en la cabeza era que tenía toda una asignatura por delante para poder ir tomando pequeñas notas para recurrir a ellas cuando nos pusiéramos a hacerlo.
El principal problema que hemos tenido al realizarlo ha sido sin duda, la base del trabajo, el encontrar un aula que nos sirviera para poder crear nuestra biblioteca. Como creo que habrá hecho todo el mundo, al final optamos por lo más accesible para nosotras, realizar una fotografía de un aula del colegio donde realizamos nuestras prácticas y ponernos manos a la obra.
No sé si será porque nos resulto bastante sencillo hacerlo o porque tuvimos un día de los que todo el mundo desearía tener, pero realizamos una lluvia de ideas entre mi compañera y yo de todo lo que podríamos emplear sin ningún tipo de problemas. Quizás, lo que más nos costó fue la gestión, ya que de tantas ideas que teníamos, no sabíamos cual utilizar, por lo que al final escogimos las que mejor encajaban.
Además de las ideas que se nos ocurrieron desde un primer momento, el exponerlo en clase a los demás compañeros y el poder escuchar los demás, por repetitivo que pareciera, me ayudó a contrastar diferentes puntos de vista a la hora de crear una biblioteca de aula.
A nivel profesional, creo que si no han sido prácticamente todos los conocimientos adquiridos nuevos para mí, lo han sido la gran mayoría. Puede resultar un poco repetitivo lo que voy a decir a continuación comparándolo con las otras reflexiones que he hecho de otros bloques, pero sin duda este bloque, el saber crear una biblioteca de aula es fundamental para un maestro de Educación Infantil.
En mi opinión, muchos maestros están equivocados si piensan que es más que suficiente tener una pequeña estantería llena de libros a la que pueden acudir los niños cuando sea preciso. Un rincón de lectura no debe ser únicamente ``bonito´´, o sencillamente lleno de libros, sino que hay que saber introducirlo en otro mundo, en otra realidad para que los niños lo perciban como un espacio totalmente diferente al resto del aula.
Los niños agradecerán tener un rincón donde puedan sentirse tranquilos, sin que nadie les moleste, leyendo lo que más les interese, pensando que están en un mundo mágico y totalmente diferente al que están acostumbrados.
Seguramente no haga ni falta intentar despertar ese interés a los niños, ya que ellos se darán cuenta de todo lo que engloba poder disfrutar de la biblioteca de aula, por pequeños momentos que sean.
Creo que nosotros como maestros no deberíamos dejar este deseo e ilusión encerrado únicamente en las aulas, sino encontrar de algún modo la forma de transmitir este amor por la lectura al entorno más cercano de los niños, las familias.
Para finalizar, me gustaría dejar claro que en nuestra responsabilidad recae el transmitir la magia y el enganche que tienen los libros a los niños, y que mejor manera que creando un único espacio destinado a este objetivo.
1 comentarios:
Perfecto.
"Sobre todo" es separado.
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