Bueno, nos vamos a meter en el bloque más práctico de la asignatura, por decíroslo de algún modo.
Antes de nada, ¿sabéis realmente lo que son las formas de comunicación literaria? Mmm… con esas caras no estoy muy segura... A ver, no andabais muy lejos, son las formas de transmitir literatura a los niños que no saben leer o que todavía leen un poquito regular. Aunque si os dais cuenta luego ellos se convierten en transmisores de comunicación literaria con sus demás compañeros ¿o es que los niños no se cuentan cuentos a ellos mismos imitándonos?
Para haceros una idea, existen 3 formas de comunicación literaria, con sus variantes:
- Cuentacuentos
- Narración con libro
- Lectura
¿Querréis saber cosas de cada forma no?
Empecemos por el cuentacuentos. ¿Os lo defino primero? Consiste en una narración de una historia sin apoyo visual (sin enseñar el libro vamos). No os precipitéis, a eso voy, los relacionamos con los cuentos folclóricos (que usaban la palabra y elementos paralingüísticos como los gestos).
Como detalle curioso, es la forma más antigua de transmitir literatura ya que antes las cosas se contaban oralmente ¿os acordáis del bloque que os lo expliqué no?
Pero os estaréis preguntando, ¿y para qué sirve el cuentacuentos en Educación Infantil? Fácil, tiene como objetivo principal desarrollar la imaginación de las personas que lo escuchan. Si os dais cuenta, os podéis imaginar más cosas con un cuento que con una película que ya te dan todo como es.
Por si os interesa, algunas veces se cuentas cuentos a los niños con los ojos cerrados y con música de fondo, ¿increíble no?
Por lo tanto, esta forma es la que más desarrolla la imaginación, pero cuidado, no la creatividad, no lo confundáis, ya que para la creatividad tenemos que hacerles crear una situación.
Ahora, desgraciadamente, entre que hay muchos canales de televisión, consolas y películas, los niños están perdiendo mucha imaginación. Incluso hasta el punto que ellos te pedirán que les enseñes imágenes porque están acostumbrados a ello.
Acordaros, es fundamental que introduzcamos el cuentacuentos en Infantil, ya que si no estamos perdiendo la capacidad del ser humano en escuchar e imaginar las situaciones.
Y vuelvo a repetir algo que dije en otro bloque, es fundamental buscar libros que los niños no conozcan a la hora de hacer un cuentacuentos sin imágenes, porque ¿cómo nos imaginamos a Blancanieves o a Cenicienta?, pues como en Disney.
Apuntad para los que os interesen mucho los cursos de cuentacuentos como a mí. Existen muchos cursos de cuentacuentos, pero tenéis que distinguir entre cuentacuentos para niños y los cuentacuentos para adultos. Ahora, se ha puesto de moda los cuentacuentos para adultos, los cuales no tienen las mismas características que los de infantil. El cuentacuentos para adultos en realidad es como un monólogo teatral donde te enseñan a aprenderte un texto de memoria y a saberlo transmitir, es decir, te enseñan a actuar, a hacer monólogos. En esta clase de cuentacuentos, cuando se realizan preguntas al público, suelen ser preguntas retóricas, ¿que qué son?, pues aquellas que no se hacen para que te den una respuesta.
Los cuentacuentos para niños pequeños no podrían ser así, como si tuvierais que actuar, sino que tenéis que interactuar con ellos, ya que no hay preguntas retóricas ¿lo entendéis? Lo que tendríais que hacer es realizarles preguntas y esperar a que te contesten. También sin querer usaréis muletillas como vale, entonces… pero no os preocupéis, son para pedir la atención del receptor.
También, deberíais saber que en un cuentacuentos no solo tenemos que interactuar verbalmente con los niños, sino también visualmente para saber si lo que les estás contando les está interesando. Os pongo unos ejemplos para que lo entendáis mejor, si veo que cuando estoy contando un trozo del cuento los niños están poniendo una cara de alucinados que no se lo creen ni ellos, pues alargamos ese trozo para que lo disfruten más, pero como veamos que están aburridos, con los ojos medio cerrados y bostezando, ¿pues qué tendríamos que hacer?, de cajón, acortar esa parte.
Es importante crear intriga en los cuentos, que les encanta, o dar una palmada brusca para enfatizar algo que ha sucedido.
Por lo tanto, por favor, tenéis que ser expresivos. Si por ejemplo estamos contando algo muy pero que muy grande, pues hacemos gestos grandes, alargamos los brazos… o si estamos contando un secreto, lo decimos muy bajito, ¿es lógico no?
Pregunta, ¿podemos cambiar las voces? Sí, muy bien, pero tener cuidado, por mucho que las cambiemos los niños no lo van a entender mejor. Si vamos a contar un cuento que tiene 10 personajes, ni que decir tiene que como pongamos una voz a cada uno de ellos, les hacemos mucho lío e incluso nos equivoquemos con alguna. Así que podemos cambiarles las voces pero no es imprescindible.
Otra idea chula sería el usar marionetas como si fueran ellas las que estuvieran contando el cuento. Pero atención, si lo que haces es representar en cuento con ellas ya no sería un cuentacuentos, sino un guiñol.
¿De qué van a depender estas variantes? os preguntaréis, pues del cuento y de los niños que os están escuchando.
Voy voy, ¿y cómo nos preparamos un cuentacuentos? Leyéndonos primero el cuento, hacer una adaptación si fuera necesario, y durante nuestros primeros años de profesión, ensayarlo antes, aunque luego siempre te salga diferente.
E importante, si hay un cuento donde hay una fórmula que tengáis que respetar, como en la ratita presumida, os lo aprendéis de memoria y lo decís, claro.
Como consejito final, lo mejor para contar un cuento es la naturalidad.
CONTINUARÁ...
1 comentarios:
Perfecto.
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